CONSEJOS
GENERALES |
El
primero y más importante consejo que doy a las personas que quieren
hacer bonsai es que deben tomarse el trabajo de aprender sobre los
árboles que quieran poseer, y sobre la botánica en general. Un
buen libro de árboles, no necesariamente bonsai, te informará
sobre el clima, asoleamiento, alimento, tipo de terreno,
sensibilidad a plagas, y demás. Te permitirá recurrir a él sin
tener que hacer memoria y recuerda que esta información es
importante para el árbol, sea o no bonsai. El cuidado que debes
tomar es interpretar correctamente las fechas; puede ocurrir que el
libro hable de meses; fíjate si es una edición realizada en el
hemisferio norte o el sur. Para mí es más sencillo leer
estaciones, por ejemplo, último mes del invierno, el mes del medio
del verano, y así evito equivocaciones, muchas veces mortales para
un bonsai.
Y el segundo consejo es que la paciencia no la tienes
tú, sino el árbol, que es el que hace todo el trabajo: crecer y
madurar en un medio artificial regido por un ser humano, que como
tal, comete equivocaciones y sufre ansiedades. |
SIEMBRA
POR SEMILLA
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La
manera más ortodoxa de conseguir un bonsai es por medio de la
siembra de las semillas y seguir el crecimiento del arbolito desde
el comienzo. El problema más importante que esta práctica tiene es
que la semilla necesita el mismo "medio" de germinación
que el que tiene en la naturaleza.
Para
ello es necesario conocer ese medio. De todos modos hay algunas
reglas simples y que son comunes a la mayoría de las semillas.
Partimos
del supuesto de que si tienes semillas es porque tienes un árbol
maduro en las cercanías, por lo cual existe alguna garantía de que
se puede reproducir y sobrevivir en el clima del lugar donde vives. Si una
semilla está madura y cae en una determinada época del año, es en
esa época cuando se debe sembrar.
Pero
si las semillas provienen de otros climas se deberá reproducir el
ambiente de germinación e incluso el de supervivencia de esa
especie.
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MODOS DE REPRODUCCIÓN |
Aunque
no es un método de reproducción estrictamente hablando, una
de las maneras más simples de conseguir arbolitos es en un
vivero.
Y
estoy hablando de un vivero de árboles, ya que los otros (los
que venden plantas para jardín) los tienen muy crecidos
para hacerlos bonsai.
En
esos viveros puedes elegir arbolitos de más de 4 ramas
principales y no menores de 30 centímetros, de modo que
cuando tengan sus hojas no sean demasiado grandes.
Evidentemente
los debes comprar antes de brotar. |
Otro
modo sencillo de reproducir un arbolito es por gajo (esqueje).
Ello implica siempre tener un árbol adulto a la mano, por lo
cual hay cierta garantía de que el medio es apto para su
supervivencia. |
Un
medio un poquito más complicado pero sumamente efectivo es el
acodo aéreo. Es producirle una especie de "maceta"
con tierra en una rama para que produzca raíces y retirarlo
del árbol madre después de ello.
Paso Nº 1: Se
seleccionará una parte del árbol que tenga buena forma
inicial como bonsai.
Paso Nº 2: Se pelará el tronco en la
zona afectada para dejarlo sin corteza. Paso Nº 3: Esta
operación se realizará apenas aparezcan los botones en la
parte seleccionada.
Paso Nº 4: Se empleará polvo
enraizante para estimular la producción de raíces y se
envolverá el pan de tierra con plástico transparente para
poder ver desde afuera cuando ya ha largado las raíces.
Recomendación:
Si en
en término de 40 días no pasó nada se debe retirar el
acodo, lavar bien el sector de tronco lastimado y colocar
algún protector contra hongos y bacterias. |
Hay
otros métodos de reproducción, pero dependen de la especie.
Por ejemplo si se quiere un ikadabuki o balsa, que es una
serie de arbolitos nacidos de un único tronco caído, se
podrá lograr en algunas especies solamente. |
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PODA
DE RAMAS |
La
poda de ramas deberá realizarse antes de que aparezcan los brotes.
Esto debe cuidarse muy especialmente, ya que ese hecho indica que la energía vital del arbolito
está concentrada en ellos y podarlos implica una agresión seria.
Se
deberá tener en cuenta que no todos los árboles brotan en
primavera. Algunos hacen sus yemas antes del invierno, las
encapsulan, y cuando llegan los primeros calores abren de golpe,
soltando una cascarita. Este estilo de brote es muy común en las
plantas frutales del tipo de los manzanos (malus), de los ciruelos
(prunus) y otras.
Para
saber cómo podar es necesario seguir la forma del árbol en la
naturaleza. No será difícil si te ayuda algún dibujo o una
fotografía. La observación de un árbol cuando está sin las hojas
es importante ya que te permitirá "ver" cómo se
organizan las ramas. Y luego recomiendo "marcar" las ramas
a podar con algún trozo de hilo blanco y retirarte lo suficiente
para apreciar el efecto. Luego lo giras y miras los dos costados;
finalmente la espalda.
Algo
que yo sigo como norma es evitar que las ramas de un costado crucen
hacia el otro lado de la copa. Esto ayuda a limpiar la estructura
del remate.
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PODA
DE RAÍCES
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La
poda de las raíces se realiza en el momento que los brotes se
abren, retirando el árbol del contenedor (se recomienda no regar un
tiempo antes para que la tierra esté manejable y se separe con
facilidad de la maceta) y dejándolas completamente al aire. Durante
esta operación también se pelan para favorecer la
alimentación.
Veamos
ahora qué significan las dos palabras empleadas.
Poda
le llamo a la operación de cortar la raíz de sostén del
árbol.
Los
árboles tienen dos sistemas de raíces: uno ofrece el sostén y
otro el alimento. El primero se identifica fácilmente porque no
tiene pelos, el leñoso, duro y mucho más grueso. El segundo es la
maraña de pelos claros y muy frágiles y que se distribuyen por
todo el contenedor.
La
raíz (o raíces) de sostén se podan anualmente hasta la mitad de
la edad adulta del árbol. Se retira un tercio de la longitud
aplicando algún cicatrizante.
Los
pelos de alimentación se deberán pelar hasta muchos años después
de la madurez del árbol. Estas raicillas envejecen en el período
del invierno y dejan de cumplir su función de tomar alimento. Se
vuelven oscuras y más duras, ocupando espacio vital en el
contenedor; es por ello que se deben pelar, para permitir que las
nuevas tengan lugar suficiente y para evitar que la presencia de
este material inerte sea causa de pudriciones de la tierra. ¿Hasta
dónde pelar? Todo lo que se pueda.
En
los árboles adultos se evitará exponer el cuerpo principal de
raíces al aire, de modo que la peladura se realizará
perimetralmente.
Es
importante llevar una ficha (nota, lista, anotación, memo) de las
operaciones efectuadas al bonsai; ello permite anotar la
"forma" que ha tomado el pan y no tener que recordarlo el
año siguiente.
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ALIMENTACIÓN |
Deberá
ser tan frecuente cuanto menor sea la posibilidad de que la tierra
consiga por sí misma los alimentos necesarios. Si un bonsai está
en el interior no tendrá las mismas posibilidades de reponer
elementos que otro que recibe el aire y el sol libremente y procesa
(en parte) sus propios alimentos. Claro que estará más expuesto a
ataques de sol, viento e insectos...
Para
alimentarlos recurro al agua y a abonos foliares. Debo aclarar que
durante las horas de fuerte sol de verano coloco una protección de
tela de vivero (una malla que impide el paso del 60% de la luz
solar). La frecuencia depende de la especie. Por ejemplo, una acacia
amarilla, nativa de las sierras, puede que no sea abonada más de
una vez al mes en primavera y verano; un ceibo, originario de un
clima tan luminoso como éste, pero con humedad ambiente más
permanente, debo tener cuidado de que no se resienta con las heladas
del invierno; en cambio a los ombúes, naturales de la pampa y que
por ello llevan una tierra más suelta, es necesario regarlos
diariamente (lo que "lava" los alimentos) y por ello
reciben abono semanal.
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OTROS
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Se
agregarán a medida que lleguen consultas o tenga ideas;
originalmente pensaba anotar enfermedades, pero es mucho... |
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